Fuera de los muros del Campo de Refugiados Tibetanos se encuentra de nuevo, India. La mas árida y rural India y en concreto Mundgod.
El ultimo censo data de 2001, y en el aparecen 16.171 habitantes, de los cuales el 51% son hombres y el 49% mujeres.
La analfabetización inunda sus calles a la par con la falta de higiene y malnutrición infantil.
Sus calles de tierra son un hervidero de niños risueños descalzos que juegan revueltos entre aguas fecales, cerdos, gallinas y casas coloridas.
Los mas afortunados van al colegio unas horas al día. Los menos se cuelgan del sari de sus madres mientras estas recogen leña, lavan la ropa o se afanan en la preparación de la comida mas básica, arroz.
La mayoría de los hombres trabaja en el campo, y algunos afortunados regentan pequeños negocios.
La humildad de algunos hogares raya la pobreza absoluta, lo cual contrasta con las numerosas tiendas de telefonía móvil, en las cuales es posible adquirir desde los modelos mas novedosos hasta Internet de alta velocidad.
Ni las imágenes ni las palabras son capaces de transmitir esta marabunta de contrastes ; coches que rebosan gente por los cuatro costados, camiones que comparten carril con cabras, bueyes y motos. Mercados de pescado sin congelador en los que los gatos campan a sus anchas. Talleres de ruedas de goma , talleres de ruedas de hierro.
Hindi , Kannada, Ingles, Tibetano, Budismo, Islam, Hinduismo e incluso Cristianismo.
Toda una mezcolanza de colores olores, tradiciones y sabores que conviven de manera pacífica bajo el mismo calor, y de la cual hoy solo os muestro una ínfima parte.